Uno de los grandes inconvenientes de las devaluaciones fuertes es la disparada automática que genera en el ratio deuda/ PBI. El problema se vuelve especialmente grave en épocas de restricción externa y con grandes vencimientos por delante. El nuevo salto en el precio del dólar disparó a la deuda pública a niveles equivalentes al 100% del producto. Ahora un informe de la consultora LCG afirmó que el 2019 cerrará en torno a esa cifra y que la mayor probabilidad es que, gobierne quien gobierne, no logre bajar de ahí en los próximos 10 años
Desde la consultora fundada por el economista de Cambiemos Martín Lousteau destacaron que si bien el último dato oficial, predevaluación, marcó un ratio de 88,5%, la nueva dinámica cambiaria lo disparó hasta 100%. Además estimaron que, incluso en un escenario optimista, lo más probable es que permanezca en niveles de entre 94% y 102% en el promedio de los próximos 10 años.
Afirmaron en ese sentido: “Sobre el riesgo de incumplimiento de pago de la deuda, el FMI viene advirtiendo sobre su sostenibilidad. La depreciación actual del peso llevó al ratio de deuda a PBI a ubicarse cerca del 100% simplemente por el efecto de la devaluación y la composición de la deuda en dólares que tiene nuestro país (74% del total)”.
La actuario en economía de LCG Emilia Calicibete realizó un ejercicio bajo el método Montecarlo, un mecanismo estadístico que se utiliza para simular escenarios a partir de suponer que las variables clave se moverán dentro de un determinado rango. Se establece así la probabilidad de que los escenarios desemboquen en determinados resultados. En este caso, la de que el ratio se reduzca en el promedio de los próximos 10 años.
Los supuestos desde los que partieron fueron optimistas. Por caso, propusieron variaciones anuales del PBI de entre -1% y 5%, números bastante mejores que los registrados en los últimos años, en los que hubo caídas de 2,1%, 2,5% (se espera una en torno a 3% para el 2019). Imaginaron un dólar entre 10% y 69% por encima de los valores del 2001, lo que implicaría un nivel de atraso importante en la mínima y una relativa depreciación en la máxima; un resultado primario de entre 0% y 2%, es decir entre superávit y déficit cero; y una tasa de interés en moneda extranjera de entre 3% y 8%, niveles amigables.
El informe explicitó los resultados: “La probabilidad de que la deuda a PBI supere el umbral de 110% es bien reducida (apenas 3,2%). La de que caiga por debajo del 85% es de 0,56%. En efecto, las probabilidades se concentran (en un 51%) dentro del rango 94%-102% del PBI en el promedio de los próximos 10 años, lo que implica nada menos que estabilizar la trayectoria de la deuda en los niveles actuales. Y esto sucede aun cuando el contexto macro, determinado por los valores y desvíos que se utilizaron para las variables consideradas en el ejercicio, parece ser optimista desde una perspectiva histórica”.
La relevancia del ratio deuda/ PBI reside en que es mirado por los mercados para estimar la capacidad de pago por parte de una economía. Desde Ecolatina coincidieron en que “luego del salto cambiario, uno de los grandes temores es el default de la deuda pública, mayormente denominada en moneda extranjera”. Destacaron que si bien los vencimientos de capital se concentran en 2022, los mercados “suelen anticiparse”.